La escasa actividad que desde hace un tiempo se observa
en las obras de construcción del Museo Íbero, en pleno Paseo de la
Estación de la capital jienense, unido a los continuos anuncios de
recortes en la obra pública, aportan «pesimismo» sobre su próxima
conclusión, según la presidenta de la Asociación de Amigos de los
Íberos, Pilar Palazón. «No quiero ser pesimista, pero la cosa está muy
mal», añade en referencia a las políticas de austeridad puesta en marcha
por las distintas administraciones públicas.
Ya el anterior consejero de Cultura, Paulino Plata,
apuntó en sus últimas visitas a Jaén que la ejecución de proyecto se
ralentizaba y que su terminación se posponía hasta el año 2014. Pero los
mensajes posteriores y la realidad económica de la Junta de Andalucía
hacen temer que al final haya un parón en toda regla.
No obstante, Palazón confía en lo dicho por el
exconsejero de que el dinero del Museo Íbero «estaba ahí y no se había
destinado a otras partidas». Por eso, su asociación quiere mantener un
encuentro con Luciano Alonso, consejero en esta nueva legislatura de
Cultura y Deporte (en la anterior lo era de Turismo, Comercio y Deporte)
para que les informe de la situación y de las planes que tiene su
consejería sobre dicho museo. «Es de justicia acabarlo. Sería una pena
no hacerlo, con todo el dinero invertido y las esperanzas depositadas
durante los quince años que llevamos peleando por él», afirmó.
Para el director del Centro Andaluz de Arqueología
Ibérica (CAAI), el catedrático de la Universidad de Jaén Arturo Ruiz,
las obras se tienen que retomar cuanto antes. «Comprendo que no puede
ser al ritmo de antes, por las circunstancias, pero deben retomarse. A
ver cuál es la política del nuevo consejero», dijo.
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