sábado, 30 de julio de 2011

Nuevos descubrimientos en Castulo


Los restos han aparecido en la zona de excavación que se inició este verano en busca del foro romano de la ciudad y aunque todavía no se han podido datar -debido a lo reciente del descubrimiento- confirman que se trata de una persona adulta.

Ayer visitamos el yacimiento de la ciudad íbero-romana de Cástulo en Linares (Jaén) y el azar ha querido que nuestra visita coincidiera con el hallazgo de un enterramiento, el primero que se encuentra en Cástulo, desde el inicio de las excavaciones en esta zona del yacimiento hace más de 40 años. Precisamente a principios de 2011 ya se encontraron otras dos sepulturas, de épocas íbera y romana respectivamente, durante los trabajos de adecuación de los accesos al propio yacimiento y al soterramiento de la red eléctrica para su adecuación al visitante.
 
Este último hallazgo se ha producido en el lugar donde los arqueólogos tratan de localizar el foro romano de la ciudad, cuyos trabajos de excavación comenzaron este mismo verano, precisamente la sepultura se encontraba en una de las primeras catas de prospección realizada por los arqueólogos.
 
El enterramiento, se ha encontrado bajo una primera capa de restos procedentes del derrumbe de lo que podría ser la cubierta de un edificio, a una profundidad de dos metros y en una sepultura cubierta por dos tejas de cerámica..

Debido a lo reciente del hallazgo, y a la espera de estudiar los restos óseos encontrados todavía no se ha podido confirmar el sexo del cadáver y mucho menos su datación, pero lo expertos han descartado en un primer momento que se tratara de un enterramiento de origen musulmán ya que el cuerpo no estaba orientado en dirección Este (hacia La Meca) como es costumbre en este tipo de enterramientos.

 
En una primera apreciación, y debido a las reducidas dimensiones de la sepultura, de aproximadamente 40x60 cm. así como el tamaño del cráneo hicieron pensar que pudiera pertenecer a un niño, pero el exámen más minucioso de la dentadura indica que se trata sin duda de una persona adulta. Precisamente ha llamado la atención el hecho de que la dentadura se encontrara en perfecto estado. Este hecho además de que las suturas del cráneo del cadáver se encontraban perfectamente soldadas, son los que han confirmado que se trata del cuerpo de una persona adulta.

Por el tipo de enterramiento y la ausencia de ajuar funerario y de ornamentación de cualquier tipo parece que la tumba se corresponde con el de una persona de clase social humilde.

Los trabajos en el yacimiento se están realizando a partir de los análisis electromagnéticos del terreno que han permitido la realización de diferentes catas de prospección que por el momento, además del enterramiento encontrado ayer, han permitido desvelar algunos muros medianeros de edificaciones, alguno de ellos revestidos de estuco y restos de policromía y diferentes tipologías de pavimentos.

Debido a la orografía del terrenos la mayor parte de las catas se están realizando a una profundidad de entre 3 y 4 metros.
 
La actual campaña de excavaciones en Cástulo, en busca del foro romano de la ciudad, comenzaron el mes pasado y en ella están trabajando 30 arqueólogos además de decenas de voluntarios.

jueves, 28 de julio de 2011

Imagenes no sexistas para contar la prehistoria

Visibilizar a las mujeres de la Prehistoria y la Protohistoria con la creación de nuevas imágenes sobre la realidad social de esas épocas. Éste es el objetivo del proyecto Los trabajos de las mujeres y el lenguaje de los objetos: renovación de las reconstrucciones históricas y recuperación de la cultura material femenina como herramienta de transformación de valores, puesto en marcha y coordinado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y en el que colaboran el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (CAAI) de la Universidad de Jaén (UJA) y la Universidad de Granada (UGR). En el estudio también participan la Universidad Pompeu Fabra, los Museos de Historia de Cataluña y de Prehistoria de Valencia.

El objetivo final del estudio, coordinado por Paloma González Marcén (UAB), es crear fondos y bases de datos gráficas, al alcance de los profesionales de cualquier ámbito de la divulgación histórica (enseñanza, museografía, prensa), que se ajusten más a la realidad de las diferentes épocas y culturas. Con esta aportación visual se evitaría que en los manuales o exposiciones, por ejemplo, se sigan “recreando las mismas imágenes que tradicionalmente han excluido a las mujeres porque quienes las construyeron nunca nos han tenido en su imaginario”, afirman Carmen Rísquez Cuenca y Antonia García Luque, ambas de la UJA e integrantes del CAAI. Además, no sólo se trata de visibilizarlas sino, como dice la investigadora de la UGR Eva Alarcón García, de “situarlas en un mismo plano que el hombre, en una actitud activa y como parte fundamental para el desarrollo de sus sociedades”.
El proceso de “construcción” del material gráfico parte de la elaboración previa de una ficha de cada uno de los períodos que se abordan, de la Prehistoria a la Protohistoria, que incluye los registros arqueológicos, los materiales y las técnicas que se utilizaban para cada una de las actividades y trabajos diarios de las mujeres. A partir de esos datos se crean las nuevas imágenes en las que aparecen mujeres y hombres de todas las edades.

La aportación del centro andaluz a esta iniciativa consiste en la representación gráfica de un asentamiento o poblado ibérico, típico de la zona del Alto Gualdalquivir, en el que, junto a la representación gráfica de los hombres, se escenifican trabajos y actividades desarrollados por mujeres y en el que también aparecen otros grupos de población de diferentes edades. En definitiva, un poblado íbero en el que, dice Carmen Rísquez, “hemos metido vida”.

Por su parte, la Universidad de Granada se centra en el interior de una vivienda típica de la cultura argárica, tomando como base una casa estudiada en el yacimiento granadino del Cerro de la Encina, en Monachil. En ella puede verse a mujeres y hombres desempeñando actividades domésticas como el almacenamiento de cereales o la molienda, y en las que colaboran los jóvenes de la familia. También queda reflejado el mundo infantil, con varios menores jugando. “El trabajo de aquellas mujeres, afirma otra de las investigadoras de la UGR, Margarita Sánchez Romero, fue tan importante como el de los hombres porque se dedicaban a lo fundamental para el desarrollo de la sociedad como el cuidado, la alimentación y el abrigo de la familia, además, de la socialización y educación de niñas y niños”
En un segundo plano de la misma imagen se visualiza un enterramiento, ya que el hogar y el mundo funerario coexistían en la cultura argárica en un mismo espacio porque los individuos se enterraban, en pozos o vasijas, dentro de las casas.

Los estudios del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR han determinado además que, aunque mujeres y hombres compartían el espacio y, probablemente, también las actividades, había cierta especialización. Las investigaciones apuntan, dice Alarcón García, a que las mujeres se dedicaban a actividades como la molienda porque tenían patologías asociadas a tobillos, rodillas, muñecas y columna vertebral, tal y como lo revelan el estudio de los cuerpos hallados en los yacimientos arqueológicos, mientras que los hombres tenían patologías en extremidades inferiores y hombros que se relacionan con el transporte de materia prima y largas caminatas.

Para facilitar el acceso a este contenido gráfico y permitir su utilización para fines divulgativos, se ha creado una página web (http://www.pastwomen.org/), que estará operativa a finales de este año y desde la que será posible consultar y descargar, de forma gratuita, cualquier imagen.

La ruta “Viaje al Tiempo de los Íberos” cuenta con una nueva señalización turística en carreteras y calles de Porcuna, Castellar, Peal de Becerro y Linares

La ruta del “Viaje al Tiempo de los Íberos” conforma un itinerario en el que cada vez se encuentran visitables nuevos elementos patrimoniales de la época íbera, como el Santuario de la Cueva de La Lobera en Castellar, la Cámara Sepulcral de Toya en Peal de Becerro, o la Necrópolis de Cerrillo Blanco, en Porcuna; muchos de ellos con
sus respectivos centros de interpretación. Con el objetivo de facilitar el acceso a estos espacios desde las carreteras circundantes se han instalado cerca de 30 señales en diferentes puntos de la ruta en los términos municipales de Porcuna, Castellar, Peal de Becerro y Linares. La ubicación de estos indicadores “tiene un objetivo práctico a la par que publicitario, ya que también aprovecha el paso de vehículos por estas carreteras para llamar la atención sobre espacios que han empezado a ser visitables recientemente y se están dando a conocer”, explica la diputada de Empleo, Turismo y Promoción, Ángeles Férriz.

La instalación de estos elementos –17 paneles para las carreteras, 11 en espacios urbanos y un monolito vertical– ha contado con una inversión superior a los 36.000 euros en el marco del proyecto turístico “Viaje al Tiempo de los íberos”, impulsado por la Diputación Provincial de Jaén y la Junta de Andalucía. De esta forma, los paneles de carreteras se han instalado en la A-306, en el término municipal de Porcuna; la A-319, en Peal de Becerro, la A-312 en Castellar, y la A-4102 y JV-3003, en Linares. “Se trata de carreteras estratégicas que conectan importantes zonas de la provincia y del territorio andaluz, por lo que soportan un importante tráfico de vehículos”, destaca Ángeles Férriz. Por otra parte, se han ubicado paneles direccionales en calles de Peal de Becerro, donde se han instalado 5, en Porcuna, 2, y en Castellar, 1; así como un monolito para la entrada de la necrópolis de Cerrillo Blanco, en Porcuna.

Actualmente se sigue trabajando en la recuperación y puesta en valor del legado íbero de la provincia de Jaén, lo que permitirá seguir ampliando esta ruta que tendrá uno de sus epicentros en el Museo Internacional de Arqueología Ibérica que se está construyendo en Jaén. Entre otras actuaciones se encuentran las labores de recuperación de un palacio íbero en el oppidum íbero de Puente Tablas, una antigua ciudad amurallada ubicada en las inmediaciones de la capital que contará con su centro de interpretación; o la recuperación de la ciudad íbero-romana de Cástulo, en Linares.

La Junta declara Conjunto Arqueológico la ciudad ibero-romana de Cástulo y el Museo de Linares

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado la creación del Conjunto Arqueológico de Cástulo, en Linares (Jaén), como institución del Patrimonio Histórico Andaluz con gestión diferenciada. El nuevo organismo, adscrito a la Consejería de Cultura, se encargará de la organización y conservación tanto del principal yacimiento ibero-romano de Andalucía como del Museo Monográfico de Cástulo, donde se custodian las piezas más valiosas halladas en este enclave.
El nuevo servicio, que sigue el modelo de los que ya funcionan para Madinat Al-Zahra (Córdoba) y los Dólmenes de Antequera (Málaga), se organizará en torno a una dirección, cuya persona titular será nombrada por la Consejería de Cultura; las áreas de Administración, Conservación, y Difusión, y una comisión técnica de custodia y asesoramiento integrada por seis vocales designados entre funcionarios de carrera y profesionales de reconocido prestigio en los ámbitos de la prehistoria, la arqueología y el paisajismo.

Entre otras funciones, la institución se encargará de custodiar, proteger y administrar la zona arqueológica y el museo; promover su divulgación; redactar el Plan Director y el Plan Anual de Actividades; proponer medidas cautelares de conservación; garantizar y ordenar el acceso de los visitantes; facilitar los trabajos de investigación, y desarrollar iniciativas de investigación con otras instituciones.

El yacimiento de la ciudad ibero-romana de Cástulo, a cinco kilómetros de Linares, comprende una vasta área arqueológica de 3.123 hectáreas perteneciente al término municipal de esta población y a los de Lupión y Torreblascopedro. En ella se solapan asentamientos, necrópolis, infraestructuras públicas y factorías que van desde la Prehistoria hasta la Baja Edad Media.

Situada en la margen derecha del río Guadalimar, la ciudad fue uno de los principales núcleos urbanos del sur peninsular durante la antigüedad, por su extensión y por su posición estratégica como nudo de comunicaciones y acceso privilegiado a los recursos mineros de Sierra Morena. Cástulo llegó a ser el mayor 'oppidum' --ciudad fortificada-- de la Oretania ibérica. Posteriormente se constituyó como municipio romano y durante la época bajomedieval albergó una sede episcopal.

El yacimiento, protegido en 1985 por la Junta de Andalucía como Bien de Interés Cultural, incluye tanto las 69 hectáreas de la Dehesa de la Calzona donde se sitúa el núcleo principal del 'oppidum', que fueron expropiadas en 1972, como los terrenos circundantes donde se localizan numerosos vestigios del asentamiento. Entre ellos destacan antiguos talleres metalúrgicos, puentes, restos de casas rurales y calzadas, el Templo de La Muela y las necrópolis de Los Patos, Casablanca, La Muela, Los Gordos, Torrubia, Higuerones y Estacar de Robarinas.


La colección arqueológica procedente del yacimiento se conserva desde 1956 en el Museo Arqueológico de Linares, transferido a la Junta de Andalucía en 1984 y hoy denominado Museo Monográfico de Cástulo. En este conjunto, de gran interés para el conocimiento de la economía en la época clásica, destacan monedas ibéricas y romanas de entre los siglos III y I a.C.; esculturas; exvotos; columnas y capiteles (siglos V-III a.C.); ajuares funerarios; cerámicas, y piezas de armamento ibérico.