José Domingo I. R. tiene el dudoso honor de ser uno de los pocos jiennenses condenados por un delito contra el patrimonio histórico. En concreto, este vecino de la capital hizo obras sin permiso en su parcela y causó daños en el yacimiento íbero de Puente Tablas, uno de los más valiosos del mundo. Ha sido condenado a un año de cárcel.
Año 2004. El 'boom' inmobiliario está en su apogeo. Se colocan ladrillos por todas partes. Incluso, donde no se puede. Es más, algunos llegaron a hacer movimientos de tierra en una parcela ubicada en pleno yacimiento del Puente Tablas. Es el caso de José Domingo I. R., un vecino de la capital que causó “una alteración irreversible” en esta zona arqueológica de vital importancia para entender el modo de vida de los íberos.
En mayo de 2004, el acusado realizó obras para explanar su parcela, ubicada en el Cerro de la Plaza de Armas. Se trata de un yacimiento declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía y que, por lo tanto, goza de una protección extraordinaria. Es decir, allí no se puede construir.
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