El segundo desprendimiento de una gran mole de piedra en
el yacimiento del Giribaile, el pasado mes de diciembre (el primero fue
en 2008), ha encendido la alarma. Ya no sólo por los daños que ha
sufrido esta inmensa zona arqueológica, que conserva importantes restos
ibéricos, romanos, visigodos y árabes, sino por garantizar la seguridad
de los visitantes. De momento, todos los daños que se han producido han
sido en el patrimonio, pero al lugar se desplazan habitualmente
turistas, derivados por el propio centro de interpretación del
Giribaile, que gestiona el Ayuntamiento de Vilches, o a través de la
ruta Viaje al Tiempo de los Iberos de la Diputación Provincial, y los
informes apuntan a que no se puede descartar que vuelva a haber un
desprendimiento.
El delegado de Educación, Cultura y Deportes de la Junta
de Andalucía, José Ángel Cifuentes, explica que tras el desprendimiento
del mes de diciembre enviaron a la zona un técnico, que ha elaborado un
informe en base a su estudio de la zona. En ese informe explica que los
principales daños que causó la roca fueron en las llamadas Cuevas del
Giribaile, datadas en la época visigoda, y en las casas deshabitadas,
propiedad de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que hay en
la zona. Los daños no se pudieron valorar en toda su extensión porque
«el técnico no pudo acceder a ciertas zonas por las piedras», explica el
delegado.
El informe final con el que ya cuenta la Junta habla de
la necesidad de un estudio geológico de la zona, ya que se desconoce si
en el futuro podrían producirse nuevos desprendimientos, «después de que
haya quedado demostrado que ocurren por causas naturales». Pero en este
punto es donde más se complica la situación. El yacimiento no está
declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) y casi en su totalidad es
propiedad de un particular.
El delegado de Cultura asegura que la Junta de Andalucía
ha decidido poner en marcha y liderar una especie de comisión en la que
estén representados la Junta de Andalucía, los propietarios, el
Ayuntamiento de Vilches y la Diputación Provincial. Representantes de
cada uno de ellos, además de un profesor de la Universidad de Jaén (UJA)
experto en el yacimiento, ya mantuvieron la semana pasada una reunión.
En ese encuentro, se acordó retomar la declaración de
Bien de Interés Cultural (BIC) de la zona por parte de la Junta de
Andalucía, así como establecer unas medidas de seguridad básicas para
los visitantes.
De esas medidas, según explica Cifuentes, se encargarían
el Ayuntamiento de Vilches y la Diputación Provincial, y consistirían en
el balizamiento y la señalización del entorno.
Estudio geológico
El tercer punto de acuerdo sería encargar el estudio
geológico, «algo que es clave porque nos podría indicar por donde se
puede sujetar el terreno para que no vuelva a producirse una situación
de este tipo», dice el delegado. Según el informe de la Junta, «ese
estudio podría hacerlo perfectamente la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir, que cuenta con personal y medios para ello», continúa
Cifuentes, que explica que ese punto habrá que negociarlo porque
reconoce que se trata de un estudio «complicado».
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